1. Hay algo que me parece verdaderamente fascinante en tu producción creativa, sobre todo en lo relativo a la imagen, la fotografía, y es que da la sensación de que absolutamente todo te sirve como tema, desde una puerta entreabierta y su juego de luces y sombras a la escena congelada de una acción en un concierto o tu propia imagen, lo cual creo que ofrece al espectador de tu obra una sensación de extrañamiento que a mí me resulta muy excitante ¿Es buscado o te ves a ti misma como una especie de médium al servicio de potencias?
Creo que el discurso que pueda tener ese "todo", se debe a que yo se lo adjudico. Cierto es que la mirada de quien observe esa imagen, será clave para ese discurrir último. Sin embargo, también es cierto que tengo la capacidad de que aquella cualidad que yo le otorgue a una imagen, traspase mi propia mirada y finalmente sea el otro quien entienda de manera inmediata a qué me estoy refiriendo, por mucha extrañeza que pueda hallar en ella hay unidireccionalidad.
El poder de la imagen reside precisamente en esa connotación semiótica que la dota de un lenguaje casi puro, no solamente es belleza o fealdad. En ella podemos encontrar una narración con infinidad de subtextos y capas, y sin duda es de efecto inmediato. La dirección que tome la imagen que yo genere buscará el texto que yo le dicte. Mi ojo estará siempre detrás y esa visión una vez traspase a otros, tendrá la capacidad de hablar por mí.
En cualquier caso, también hay mucha verdad en que casi todo lo que hago, es tan impulsivo e intuitivo, como buscado y meditado. Fluyo entre ambos herrajes casi de manera sistemática y muchas veces no logro diferenciar si aquello ha caído abrupto como un rayo sobre mi o estaba gestándose en algún lugar del subconsciente, o un discurso interior recurrente lo ha accionado.
Es curioso que hayas dado cuenta de esa dualidad en mi, sólo viendo aquello que muestro en redes. En lo personal esa cualidad es aún más notoria.
2. Bueno, soy de los que creo que absolutamente todo habla de nosotros, incluso nuestros camuflajes, y que sólo hay que echar un vistazo. Al igual que tú, William Burroughs hablaba de la imagen como lenguaje casi puro y creía que ese debía ser el lenguaje ideal humano en oposición al lenguaje humano de las palabras que, según él, eran debidas a una infestación de un virus alienígena que nos da la sensación de pensar cuando en realidad "somos" en cuanto a pensados por ese virus. En realidad ese pensamiento sobre el virus del lenguaje tampoco estaría tan lejos de la idea del daimón de Jung. ¿Tienes o has tenido la sensación alguna vez de estar estableciendo comunicaciones con una voz en tu interior o que incluso tú misma "eres" pensada por un elemento en parte ajeno a ti? A veces se confunde esto con la esquizofrenia pero los antiguos sabían que la locura tiene mucho que ver con la iluminación.
Absolutamente sí, proviene del mismo lugar en el que se halló a "Dios" (Lo entrecomillo por razones evidentes). De Burroughs he bebido mucho precisamente por esas interconexiones que hace con ese "otro" elemento ajeno a nosotros mismos que nos subyuga sin que demos cuenta de ello. En su libro "La Revolución Electrónica" habla de un terrorismo psíquico perpetrado por un poder tecnológico que a través del lenguaje nos manipula. Lo que viene a decir que el lenguaje crea la realidad, ¿no? Si un sistema de poder hace uso de esas formas de manipulación, estamos ante una forma de control maniquea y perfecta. WSB se anticipó a lo que empieza ser una obviedad hoy.
El 11/S fue una de las primeras versiones que he experimentado en carne propia de este tipo de metodología de control global. La segunda obviamente es el Covid19. En ningún caso hablo desde la negación de tales hechos, sino de la morfología lingüística que se ha creado en torno a ambos sucesos y cómo sin cuestionarse lo más mínimo hemos accedido a aceptar las consigüientes formas de control que se han generado a raíz de ellos. Nos hemos creído el discurso ante el desconocimiento. Nos han mostrado una realidad incuestionable y nos la hemos tragado, como hacemos con todo. Sé que es un tema delicado, pero no por ello debemos ignorarlo.
A Dios se le ha dado demasiada cancha, como sabemos, hasta el punto de que eso ha sido usado siempre como una manera de dominación, pero no del Dios mismo, sino a través de él. Prefiero sin duda esas otras versiones del mismo cuento casi ridículas, como el virus alienígena de William y que la gente no creería jamás, de alguna manera nos crea consciencia y por ende responsables directos de nuestros actos aunque intuyamos que no somos del todo independientes de ellos.
Desde el mismo momento en que tomas consciencia de que podrían habitar otras formas de existencia que no son nosotros mismos en nosotros mismos, hay un ejercicio de toma de control, aunque cedas tu autonomía consciente a esa "otra cosa" fuera de ti, al nombrarlo te apoderas de ello y acabas formando parte de esa unidad múltiple que es un ser humano.
El tío Bill era un yonki profesional, entendió que a través de la química del cerebro podíamos habitar submundos que reflejan en el lugar común de igual modo que el lugar común y su inteligencia casi antinatural, lo situaron en una consciencia que pocos seres humanos han logrado alcanzar. Creo que se anticipó a eses corrientes actuales que hablan de la multiversalidad de la "matriz" como un sistema tecnológico de control, fue el primer ciberpunk de la historia. Sus teorías eran tan futuristas que hemos tenido que llegar hasta el segundo milenio para acercarnos mínimamente al lugar del que partió él mismo en los años 50. Se sabe ahora que a mitad del siglo XX ya estaban trabajando en esas maquinarias tecnobiológicas, pero el ciudadano común era incapaz de comprenderlo, las farmaceuticas ya elaboraban por entonces sustancias que modificaban nuestro genoma. nuestra química cerebral, nuestras hormonas y un largo etcétera.
A mí, personalmente, me fascina la lisergia de la Ketamina, aún sabiendo que hay mil formas de acceder a esos otros mundos, la química subversiva de la ketamina le sienta especialmente bien a mi organismo. Creo que es una droga cuántica y tiene un sentido que puedo explicar. Al ser una anestesia y al no dosificarla para un uso médico, sino que tomamos dosis menores que nos dejarían en un parcial adormecimiento, somos capaces de desarrollar una sensibilidad mayor en la parte que sigue despierta. Es el gato muerto/gato vivo de Schröedinger. Una parte del cuerpo "muere" y la otra "vive" en una mayor sensibilidad que te permite visualizar esos submundos. A mí me permite acelerar mi manera de comprender ciertos misterios elementales, se producen conexiones telepáticas inexplicables, mi cerebro , y creo que se debe a que el cuerpo pierde protagonismo, se acelera. Entonces sucede que sufro un desdoblamiento casi catártico que en lugar de confundir, muestra una deconstrucción libre de estigmas identitarios, pero no la falta de ellos, sino la singularidad y complexión de todos ellos.
De los descubrimientos ketamínicos saqué la broma recurrente e interna, de que éramos unos simms e hice descripciones de los personajes que controlaban nuestros avatares digitales, según el conocimiento que tengo de mi círculo cercano. Es una broma, que parte de una verdad que pienso, sin embargo soy incapaz de elaborar de manera académica. Pero, sin duda, allí está esa imberbe ecuación para responder a tu "daimón".
3. Observo las redes sociales como lugares donde explorar la creatividad, donde una persona puede crear un personaje en base a la oferta de contenidos e influencias, de gustos, los cuales, al igual que Mark Fisher, considero políticos, hablan de nosotros y nuestros intereses y crean socialización. En tu caso, intuyo un maremágnum de influencias y arte propio expuesto en tu espejo social que no sé bien dónde comienza y hasta qué punto se mezcla pero que me resulta muy atractivo pues me interesa mucho más lo velado y lo misterioso que lo excesivamente claro ¿Es la sombra o la penumbra el camino que elige Adriana Petit o más bien esa sombra te ha buscado a ti? ¿Se puede vivir habitando el abismo? ¿Se puede elegir hacerlo o es algo a lo que uno/a se ve empujado/a?
Aún hoy me sigo preguntando eso mismo, ¿había otro sendero o ese era irremediablemente mi camino?
Tras muchos años de duda constante; pues tuve la suerte de tener a mi alrededor la influencia, a veces cruel, de personas de gran envergadura humana. Grandes existencialistas, libre-pensadores, provocadores y cultísimas personas que fueron absolutamente cruciales en mi devenir y que al tener edades superiores a la mía, con las consecuentes inseguridades que eso suponían para mi, hicieron que me cuestionara mi propia naturaleza psicológica constantemente.
Hace relativamente poco llegué a una sola conclusión que me eximiría de toda esa ridícula culpa auto-impuesta y resolvería esa duda de un tiro seco en la cabeza, en concreto en el centro de la suya. Recuerdo que, en un regreso del instituto en casa se estaba visionando "Fresas Salvajes" de Bergman, que por entonces yo era una adolescente ciertamente rara pero sin embargo común y acabara sentándome en el sofá a mirar esa extraña película, absolutamente anacrónica para una repetidora de cuarto de la ESO como era yo, y que aquello me dejara tan maravillada, que todo lo que vendría después, tras ese visionado, sin ninguna clase de cuestionamiento (hoy) fuera elegido por mí.
La vida la elegimos, los caminos que tomamos son nuestros por decreto desde el mismo momento en que tomas auto-consciencia de quien eres y qué quieres y nadie, desde ninguna poltrona caliente, debería arrebatarte eso jamás.
Ahora que tengo relación con gente más joven que yo, estoy igualmente fascinada de encontrar en ellos aquello que yo fui y ser para ellos lo que otros fueran para mí. Tengo muy claro que haré lo indecible para que mi influencia sobre ellos (en los casos en los que sé que esa influencia existe) no se vea embrutecida por mi egolatría o mis "sabiedades". Conocen mis debilidades más que nadie ahora mismo. Quiero con toda mi rabia que no sufran el bulling generacional, que si estamos en la misma mesa, por mucho que yo les gane en años y experiencia y tenga la lengua afilada como un espadachín, están allí porque ellos lo han elegido así. Y les ayudaré en la medida que me sea posible a que su camino no sea dubitativo, sino incisivo.
Al final es cierto que mi cabezonería y orgullo irrisorio me hayan llevado hasta aquí y que las zancadillas me hayan propulsado a toda velocidad, pero en el fondo han sido siempre algo de lo que si me hubiera conseguido deshacer o hubiera sabido esquivar, puede que no estaría donde estoy. Algo rezagada.
El abismo sin embargo, es cosa de unos pocos valientes y no se lo recomendaría a nadie que tenga dudas. Lo mío es irreversible a estas alturas, y aunque tenga sus privilegios asomarse a él, te condena al sufrimiento y al aislamiento, a veces de manera jodidamente insoportable. Eso es así, todo tiene su precio. Asomarse al abismo y precipitarse hacia él, tiene una connotación ascética y elevada, sin duda, pero el mundo, aquello que nos rodea, se diluye en tus manos como la arena blanca y polvorienta que hay en el sur de Mallorca, de dónde yo soy.
Mark Fisher es la voz que sigo con más devoción de un año hasta aquí. Su lucidez cristalina de esencia popular, me tiene arrebatada desde que lo descubriera por Ezequiel Fanego, otro ejemplo de sabiduría reposada y afilada, cero altiva y una de las cabezas pensantes tras Caja Negra, una de las mejores editoriales en castellano ahora mismo.
Perdón, hablo mucho. Soy altamente hiperactiva y verborreica. Trataré de sintetizar.
4. No tienes que disculparte en absoluto. El baterista de jazz Art Blakey decía que se rodeaba de gente más joven que él (en sus Jazz Messengers) porque de ese modo podía alimentarse de sus energías y su experiencia se fundía con ellas, -con esas energías jóvenes-, en una simbiosis creativa dichosa para todos. Yo también suelo rodearme de gente más joven y muchas veces encuentro que la edad no otorga per se experiencia sino que ésta es una mezcla de lo vivido más lo aprendido de ello y lo que uno o una está dispuesto a seguir aprendiendo ¿Qué te dan a ti aquellos jóvenes de los que te rodeas?
Una energía común a la mía. Suele pasar que con el paso de los años hay cierta rendición, no siempre, está claro, pero es más común de lo que imaginamos. Veo a mi alrededor que voy dejando atrás personas que son víctimas del gran engaño de la civilización, que no es otro que sus formas de habitar el mundo en base al orden del tiempo. Es cierto que no podemos ignorar la decadencia del cuerpo y que su decrepitud nos sitúe en el mundo de maneras diferentes, por las posibilidades del mismo. Pero me niego a dejar que el control de mi vida sea sencillamente biológica. La mente es un órgano vivo que puede afectar al cuerpo, lo mismo que el cuerpo afecta al cerebro. Prefiero de momento, vivir según un ideal, que según mi capacidad para doblar la rodilla.
5. Sé de lo que hablas con respecto a "Fresas Salvajes" (que comentabas unas líneas más arriba). Yo mismo pasé una buena parte de mi juventud alimentando o sobreexcitando mi imaginación con ciclos de Bergman, Luis Buñuel o Akira Kurosawa que pasaban en las noches del segundo canal de TVE, cuando regresaba a casa de mis pedos adolescentes, y sé que sin aquellos encuentros probablemente yo no hubiera sentido las mismas inclinaciones artísticas o por el mundo de la imaginación que me llevó al del arte o la espiritualidad ¿Estamos expuestos a los "encuentros" o crees que estos han de darse forzosamente porque es inexorable que se den estas conexiones?
Por desgracia, la cultura sigue siendo una cuestión de clases. No sé que sucedería si los chavales de los suburbios visionaran alguna de esas filmografías y cómo afectaría en ellos. Aunque yo provenga de un barrio pobre y me haya criado en un entorno obrero, en casa se escuchaba Pink Floyd, por poner un ejemplo. Digamos que estuve en contacto con unos elementos culturales muy concretos que me dejaron la puerta entreabierta. Luego tuve la suerte de, en la adolescencia, estar influida por alguien que venía de otra clase social, un gran lector que me acabó por abrir la puerta del todo; partir de allí el camino se hizo sólo. También es cierto que no todos, al margen de clases, tenemos la misma sensibilidad. Eso es tan esencial como lo es un entorno social u otro. Creo que cuando se limita a una parte de la sociedad, como se hizo hasta hace poco con las mujeres y se sigue haciendo hoy con la pobreza, nos estamos perdiendo a una parte de la sociedad que podría ser clave si tuvieran esas mismas oportunidades. También creo en la perseverancia, sin embargo, no es justo en absoluto que sea en la perseverancia y el trabajo por partida doble en donde, los que no tuvimos esas oportunidades de cuna, se cimienten nuestras posibilidades de pertenecer al mundo de una manera u otra. Es absolutamente injusto. Pero es lo que hay y lo que ha habido siempre.
6. La sombra es una cuestión recurrente asociada a la creatividad. También el aislamiento, el sufrimiento... el orgullo de creer o saber que uno o una "ve" aquello que otros no ven. Todo ello me hace pensar que el artista, la persona creativa, es un ser que busca de modo aunque sea inconsciente ser iniciado, internarse de algún modo en el territorio sagrado (aquel que está prohibido, y por lo tanto mucho más deseado, según Georges Bataille). Sin embargo, no hay iniciación sin un cierto grado de sacrificio y dolor ya que esta es como un renacer ¿Tienes la sensación de habitar un estado de iniciación perpetua sin terminar de completarla y por lo tanto no haber accedido aun a los secretos y mitos que aliviarán ese dolor? ¿Cuáles son tus propios métodos de auto-iniciación? ¿Drogas, tatuajes, baile, fiestas...?
La ambición de conocimientos es sin duda un camino hosco, doloroso, solitario, habitas en una penumbra permanente sobre todo cuando eso lo tratas de situar en el lugar común. También es placentero, pero la sociabilidad torna más compleja.
La única manera que encuentro de solidificar esa pertenencia al mundo sin padecerla hasta la médula lo encuentro en la nocturnidad contracultural. En ella me he encontrado de manera radical, en esa pertenencia he encontrado el lugar en el que situarme en un espectro social.
Nos hacen creer que ese lugar es una farsa para irresponsables, gente sin voluntad, gente débil, abandonados a la vida. Con sus discursos moralistas y falsa cultura del esfuerzo incapacitan a los habitantes de la noche, porque en el fondo somos una amenaza para el establishment social. Nos reducen a simples inadaptados que encuentran en la alienación un recurso para evadirse de sus responsabilidades para con el mundo. Yo sin embargo creo que la trampa se encuentra justamente en creer ese discurso, no le debemos nada a la sociedad, nadie tiene deberes y obligaciones con ella por decreto. Nuestra única obligación en todo caso es sobrevivir al monstruo de la realidad.
Los rituales de iniciación suelen tener mayor proyección cuando se hacen al margen de la sociedad. En esos limbos podemos hallar algunas de las verdades que nos ocultan los propios órdenes del mundo. El caos mágico es la última amenaza de la civilización.
7. Creas máscaras, tomas drogas y lo haces público, ejerces de maestra de ceremonias como pinchadiscos, trasformas imágenes, capturas momentos... Yo diría que hay mucho de ritualístico en tu modo de proceder ¿Eres consciente de ello, es deliberado?
Absolutamente, si de algo tengo consciencia es sobre la intención ritualista que le adhiero a todo y se podría decir que es uno de mis primeros estamentos artísticos. Sin duda antes el ritual que el arte, hasta el punto de que lo uno sin el otro no existirían. La coexistencia entre ambos es obligada de manera enfermiza en mi caso.
Con respecto a mi relación con las drogas, diría que no difiere mucho de cómo se relacionan con ella muchísimas personas que conozco, sin embargo yo hago un uso de ello casi cotidiano y resultado de ello, no lo oculto. Me resulta casi una obscenidad el "bienpensantismo" y por ende esos amaneramientos de cariz prohibitivo que se hacen con ella (en entornos que dan el mismo uso que yo), me resultan violentos. No soporto un ápice la hipocresía social. Así como mi tolerancia a los límites morales es tan amplia que podría ser hasta ilegal verbalizarlo. Así como no creo en el Bien y el Mal como dos fuerzas contrarias. No veo que en su uso haya una alienación, sino una manera de estar y comprender el mundo. Nuestros sentidos son limitados, tener la capacidad de entender la multi-versalidad es esencial para los que nos consideramos cosmonautas o aspiramos a ello. Es un ejercicio de rebelión, más que un discurso apologista.
La cosmonáutica y, por supuesto el ritual, están por encima de toda manifestación material o artística que se haga de ello.
Y el baile, el baile sencillamente sería una página aparte en esta entrevista. Mi aportación a Umbral, es una y no otra, que la de crear un espacio en el que bailar. Y ahora que no podemos hacerlo de esa manera colectiva y uniforme, no quiero contarte como se encuentran mis ánimos. Muero de tristeza.
8. Bueno, soy de los que creo que el simple hecho de entrar a un cuarto de baño de un pub o una discoteca atestada a hacerse unas rayas de anfeta con tus amigos (o incluso con desconocidos como pasa o ha pasado más de una vez) no deja de ser una especie de ritual al que muchos nos entregamos dichosamente. El ritual está en todos lados. Y sobre el baile ¡me encanta bailar!. Soy un apasionado del soul y del funk y la música disco o el house a la hora de bailar. Steve Goodman, la mente pensante tras Kode9 decía que "Estoy fascinado por la colectividad rítmica, ya sea placentera o no, solo personas que se mueven juntas, de manera diferente, al unísono. Simplemente creo que hay algo muy fundamental o básico que viene antes que cualquier afiliación política o afiliación ideológica, casi por debajo de las categorías sociales, un modelo básico de lo que es un colectivo. Son personas que se unen, unidas por una cosa, el ritmo. Y el ritmo es algo muy abstracto, no es solo algo que te hace moverte. La forma en que lo veo, ritmo es algo que une las cosas. Hay una cita interesante de Friedrich Kitler, el teórico de los medios de comunicación alemanes, y está escrita en los años 80, en el apogeo del período de la Guerra Fría, y es algo así como 'las discotecas están preparando a nuestros jóvenes para las velocidades de reacción necesarias para la Tercera Guerra Mundial'. Entonces, la discoteca es como un campo de entrenamiento para mejorar el sistema nervioso humano, pudiendo reaccionar a la información sensorial más rápido. Entonces, hay una especie de mejora de lo que un cuerpo puede hacer". Por mi parte creo que las vueltas del bailarín detienen el sentido del tiempo, transformándolo en un tiempo sagrado. Es como si la bola de espejos tuviera el poder de capturar la imagen de los danzantes, devolviéndola mezclada y múltiple, como el collar de gemas de Indra. Todos dentro, todos fuera, arriba y abajo y en todos los sitios a la vez. Como si se hubiera aplicado una magia poderosa ¿Es bailar algo mágico para ti?
Bailar es algo mágico, bailar es para mi una necesidad existencial. Responderé con un poema que escribí al volver del Berghain, una mañana de lunes en un invierno helado cuando viví allí.
EL TECNO EN LOS ZAPATOS
La noche devora la carne,
el sexo engulle los pasos,
la sonrisa promete sin esperanza,
el cautiverio se libera,
explota.
Muere el esclavo del tiempo
y la dimensión oculta
adopta todas las formas.
Y tras las cortinas de mi piel
ofrezco en danza la materia atemporal
de la que estoy construida.
En esa frecuencia vibrante
el agravio se acelera,
la mentira se oculta
y queda solamente
la certeza salvaje
de la historia.
Han caído bombas tecnológicas
sobre la masa temblorosa
y la única muerte
que ha dejado
es la del esperpento cotidiano.
Llevo la poesía pegada en los zapatos
la arrastro por las calles,
vuelvo de ese recodo animal
bajo la esfera blanca
y dejo en la entrada el tedio
con los restos de cemento y cristal roto.
Llevo el baile pegado a las piernas,
mezcladas con el sudor que me gotea del pelo,
arrastro el cuerpo a dimensiones internas
y duermo el día tras la barbarie.
Llevo la estética pegada a la retina,
intermitencias iluminadas
irrumpidas por sombra.
Tan rápido, tan rápido
que este instante ya es recuerdo.
Llevo el sonido pegado en la mente,
marcando el ritmo del pensamiento alienado
y comprendo sin entender en absoluto
el bit vibrante de un mundo caníbal y extinto,
que sólo permanece en nuestros corazones
bajo esta luz falsa
y al ritmo de esta métrica maligna.
El origen inquieto y acelerado
alrededor del fuego estróbico.
La felicidad debió ser eso,
el olvido del uno,
el reencuentro con todo,
sólo tú,
yo.
'Las discotecas están preparando a nuestros jóvenes para las velocidades de reacción necesarias para la Tercera Guerra Mundial' He de decir que esto me ha jodidamente fascinado.
9. Buenos Aires, donde fuiste tú sola con diecinueve años, Madrid, Barcelona, Valencia, Mallorca... Tú misma dices (gritas, ya que lo escribes en mayúsculas) que de quedarte parada morirías. Esta declaración me recuerda a los tiburones, que de quedarse quietos morirían igualmente. ¿Es el nomadismo una necesidad vital para ti? ¿Es una especie de "viaje infinito"?
Y Berlín. El desapego es algo que me han enseñado en casa, es una herencia familiar.
A veces pienso en mi madre, cuya naturaleza maternal es en el mejor de los casos sublime, justa, protectora y cariñosa como ninguna, que jamás me ha chantajeado por no darle aquello que espera de mí aunque no me lo diga, ni siquiera el no permanecer a su lado. Porque ante todo (cualidad difícil de encontrar) lo único que quiere es que trace mi vida como me dé a mí la gana. Si a eso le añades que soy hija única, ese sabio desapego es más difícil de encontrar en una progenitora.
Luego está mi propia herencia adquirida, mi absoluto pavor a la pertenencia estática y dilapidante. Congelarme en ese estatismo puede acabar conmigo, como están haciendo estos tiempos claramente y de manera arrolladora, además. Jamás me había sentido más muerta que ahora. En esta absoluta falta de sentido. En esta parálisis estoy encontrando mi verdadera tumba.
Yo me elevo en el movimiento permanente. En la contemplación desde un lugar sellado no avanzo, puede parecer una estupidez pero si analizas la frase, no puede ser de otra manera, es pura física. Aquellos que observan los astros desde un lugar inmóviles, olvidan que las estrellas están moviéndose a una velocidad que transcurre a mucha mayor velocidad que nosotros mismos, de movernos a su velocidad nos arrancaría la piel. Lo uterino y lo ulterior son espejos cruzados que se reflejan. Me gusta el frenesí, necesito de la velocidad para ver con claridad, el mutismo y el recogimiento me abruman. No me aportan nada. No encuentro en absoluto interesante la observación desde la pausa. Aquellos que descubrieron el axión, aquello de lo que está formado un agujero negro, no se quedaron con la superficialidad de una masa negra y desconocida que parecía impenetrablemente opaca y estática. Todo es movimiento, el tacto es repulsión de átomos que se repelen, todo vibra y se sacude la escarcha, ¿por qué nosotros no deberíamos imitar esa danza atómica constantemente?
Mi esencia es sin duda nomádica, aunque exista otra fuerza contraria que me obliga de igual modo a arraigar en un espacio-tiempo, ya que de otro modo soy incapaz de crear. Esa es mi dicotomía, bueno, una de tantas.
10. Comprendo perfectamente tu visceralidad y tiempo atrás la compartiría sin reservas. Dices que estos tiempos están absolutamente faltos de sentido. ¿No crees que el tiempo, por definición, no tiene sentido, que es una construcción o una medida humana? Fuera de la comprensión humana, el tiempo se descompone y puede ir en cualquier dirección o no hacerlo en absoluto como se supone que ocurre en esos agujeros negros los cuales citabas ¿No crees que es responsabilidad de cada cual otorgarle un sentido al tiempo en el que se desarrolla más allá de esperar que un Estado o una situación social otorgue ese sentido?
No hablaba estrictamente de los tiempos que me han tocado habitar, sino del presente pandémico. Es decir, este 2020 está siendo para mi la muerte lenta y agónica de mi mundo interior. Y de alguna manera me niego a buscarle el reverso positivo a esto, me niego a caer en las fauces del tradicionalismo más rancio al que se está volviendo circunstancialmente. ¿No te resulta sospechoso este regreso triunfante de la monogamia y la familia, la dignidad del trabajador, el esfuerzo, el ahorro, el sacrificio, la disciplina social y toda esa patraña? A mi sí.
Yo soy disoluta hasta límites complicados, me niego a cambiar por miedo. Esto me impide vivir de la manera que había elegido y estoy pasando por momentos terribles, puesto que mi tipo de vida se ha visto anulada totalmente. Haré lo posible por transitarlo de manera llevadera, pero no cambiaré aquello en lo que he trabajado durante años. En todo caso, no estoy negando en absoluto el hecho mismo de mutar. Lo he hecho toda la vida. Pero no lo haré porque lo dicte una situación, el cambio vendrá cuando sencillamente suceda.
11. En la segunda década del siglo XX, el arqueólogo aficionado Alfred Watkins acuñó el término líneas Ley al percatarse de que multitud de antiguos monumentos de adoración o construcciones megalíticas y otros puntos de interés histórico de Gran Bretaña podían unirse mediante líneas rectas. Algo así como una red mística de lugares cargados de vibraciones que de algún modo nos atraen. Desde que descubrí estas asociaciones, no he parado de pensar que estas líneas Ley pueden ser también marcadas en el espectro de lo puramente mental sobre aquellas influencias que recibimos o a las cuales somos atraídos: de un pintor a un músico, de una película a una canción o una escritora a la que nos sentimos irremediablemente unidos. ¿Sientes algo parecido? ¿Cuáles son las líneas Ley por las que te sientes atraída?
Sí, sin duda asiento con la cabeza ante ese descubrimiento. Yo en la post-adolescencia los llamaba "hilos invisibles que unen las cosas". Me lo recuerda siempre mi amiga Belén, nos conocimos e inmediatamente nos volvimos inseparables, mi primera amiga de fechorías intelectuales. Ambas palabras se ajustan perfectamente a aquello que éramos. Ella tiene una memoria envidiable. Se acuerda milimétricamente de cosas que yo olvido, eso se debe a su grandísima inteligencia. Me recuerda cosas como esas, que me resultan naïf ahora, pero tienen todo el sentido. Si le cuento algo ahora con un léxico más complejo, ella me dice: -Sí, tus hilos invisibles.- y ríe.
Eres un interlocutor con muchísima puntería, ¿cada pregunta está perfectamente meditada o es que tú también tienes esa intuición autómata y certera?
Otra de las cosas que supusieron para mí un punto de partida, fueron los puntos de energía del planeta, que de manera irracional me han ido encontrando a lo largo de mi vida y al verme expuesta a ellos he sido absorbida de manera brutal. La psiconáutica, en mi caso inconscientemente, también ha hecho una gran labor en mi cosmogonía personal. Además de cierta sensibilidad natural hacia ello, provengo de unas ínsulas con una fuerte carga telúrica. Deberías conocer el trabajo de mi amigo Marc O'Callaghan, por cierto.
Mis líneas de Ley son redundantes y cíclicas, se pliegan sobre sí mismas una y otra vez, trazan líneas espirálicas. Aunque a veces eso pueda resultar claustrofóbico, finalmente pareciera que le dan un sentido único a la trayectoria que camino.
12. No, mis preguntas no son excesivamente meditadas. Me guío más por la intuición o una imagen que me hago de ti, de ver tus creaciones visuales, escuchar tu música o leer tus estados en redes sociales. Obviamente, puedo estar equivocado pero me gusta establecer una comunicación en base a esos conceptos que me sugieren estas cosas dichas apenas unas líneas más arriba. No conozco las Islas Baleares pero en una ocasión soñé con que visitaba Deiá, el lugar donde vivió Robert Graves. Lo escribí nada más despertar: "En el sueño, camino por una costa rocosa que no conozco. Llevo una especie de morral y un bastón. Voy dejando atrás la costa y tomo un camino de tierra que bordea un monte del cual sé que mide 1000 metros. Desconozco cómo sé ese dato, pero lo sé. El camino serpentea entre un bosque y un río no demasiado caudaloso. Hay un grupo de chicos y chicas bañándose en él. Los chicos se bañan en calzoncillos y las chicas en una especie de camisón, que sin embargo no les resta un ápice de sensualidad. Me digo a mí mismo que es una escena maravillosa. El camino se acaba en una casa de piedra con las paredes desiguales y pintada de cal. Sin pensarlo mucho, abro la puerta y entro. La casa, a primera vista, solo dispone de una estancia. Es una gran sala que hace las veces de comedor y cocina con un fuego encendido en la chimenea y un puchero del que emana un fuerte olor a café. Me siento entre la familia reunida en círculo y sentados en sillas de madera y mimbre. Prestamos atención a quien parece el padre sentado ante la chimenea. Es Robert Graves leyendo a sus hijos y su mujer "El Grito". Lleva puesto un sombrero de paja y lía cigarrillos sin dejar de leer. He llegado en el momento en que Charles irrumpe en la vida de Richard y Rachel. Robert Graves hace muchos incisos y explica cada detalle del relato, dónde lo escuchó por primera vez y qué significan los roles de cada uno y sobre todo el extraño poder de Charles. Recuerdo que Charles y yo compartimos nombre. Por un momento llego a creer que es posible que también compartamos poder. No es así. La pequeña Lucía Graves balancea las piernas en la silla y se saca un moco. Tiene la cara sucia y no deja de mirarme. Siento un poco de vergüenza y miro en derredor: a cada uno de los ochos hijos de Robert Graves. Entonces caigo en la cuenta de que justo enfrente de mí está David. Sentado muy quieto en su silla, la mirada perdida de los muertos, la carne del rostro descarnada como los muertos. Es el único hijo al que Robert Graves permite fumar." Robert Graves tenía claro el poder telúrico y mítico de las Baleares, de hecho situaba las famosas islas Hespérides y sus no menos conocidos jardines de naranjas en las Islas Baleares. Así lo dice en el comienzo de "El Vellocino de Oro", cuando el antiguo argonauta Anceo llega a Mallorca y es llevado ante la sacerdotisa de la Diosa, quien vive en la cueva del Drach. ¿Conoces la casa de Robert Graves en Deià? ¿De qué modo sientes esa fuerza telúrica? ¿Reconoces fuerzas tanáticas igualmente?
Es absolutamente abrumador lo que acabo de leer, pues Deià es mi lugar favorito de la tierra. Mi magdalena de Proust. El fragmento de mi infancia que irradia más luz sucedió entre esas abruptas rocas. Mi tío Lorenzo, al que quería muchísimo, alquiló un caserío que bien podría responder a esa descripción. El paseo que describes me hace pensar que realmente estuviste en ese lugar en sueños. ¿Cómo empezar esta respuesta?
Todos los veranos de mi infancia íbamos a Deià, nuestro vínculo con esa parte de la isla se debía en primera instancia a la juventud hippie de mi madre. Ella y sus amigos iban a la cala de Llucalcari, una pedanía a sólo 20 minutos andando desde Deià. Para acceder a la costa debes descender un camino pedregoso y tan empinado que el último tramo te obliga a bajar con el trasero para no descalabrar. Allí encuentras un paisaje casi pictórico, pinos doblegados a los temporales de invierno, inclinados hasta tocar con las copas el suelo, retorcidos como en una reverencia hacia el mar turquesa en la orilla, tornando azul eléctrico y mutando en negritud al horizonte.
Una amiga de Robert Graves dijo al visitarlo "El paraíso es para quien pueda soportarlo". En Llucalcari te sientes vivir en un sueño y Deià, ahora pervertida su magia por el pantagruélico turismo, fue sin duda el lugar en el que viví la felicidad más pura que recuerdo.
Tengo varios recuerdos casi estáticos de lo nítidos que los conservo. Una noche de verano en la cala de Deià con niños rubios, que hablaban un idioma que no entendía, mientras pinchábamos con ramas de olivos nubes rosas que dorábamos alrededor de una gran hoguera que también nos secaba del baño nocturno. Recuerdo jugar con las flores violetas de las plantas trepadoras que usaba como si fueran bailarinas de un valls. Recuerdo precipitarme cuesta abajo por una calle del Clot con una bici con la que no llegaba al suelo y tomar la decisión de lanzarme al suelo a toda velocidad antes de que fuera peor. Una decisión valiente para una niña de 6 años. Me reventé la rodilla contra el asfalto, pero lo recuerdo con cierto orgullo.
Y recuerdo, esta es la parte abrumadora, lanzarme con lianas a un río helado oculto entre los árboles frondosos de un pequeño bosque con otros niños desconocidos. Llevo años buscando ese lugar, preguntando a la gente y, eso es lo extraño de todo, ese lugar parece no existir.
Al leer tu sueño, como entenderás, me he quedado helada. Allí vi en directo a Kevin Ayers, en la terraza de Sa Fonda con mi madre, yo sólo imploraba por irme a dormir, aún así también lo recuerdo. Recuerdo, antes las evasivas de mi madre, intentar dormir allí mismo haciéndome una bola en una silla metálica e incómoda. Ahora comprendo que me ignorara, ver a Kevin Ayers en una terraza de un bar de pueblo bajo una parra, en una noche de verano, era más importante que la urgencia de mi sueño.
Margie, la ex-socia de mi madre, y su hija Taree, a las que considero como parte de mi familia, siguen teniendo allí su casa familiar. Ross Abrahams y Mary Tatum fueron dos artistas pictóricos estadounidenses que abandonaron América para instalarse para siempre en Deià, allí tuvieron a sus tres hijos, la pequeña era Margie. Cada vez que vuelvo a Mallorca, ella me deja las llaves de esa casa para que pase unos días allí. La última vez me compré una botella de Ànima Negra, apagué todas las luces de la casa y me tiré en la terraza a ver la vía láctea.
Te recomiendo una canción de Daevid Allen, otro miembro de Soft Machine, que le dedica una canción a ese lugar, la letra habla exactamente de lo que siento yo misma por ese lugar, "Deya Goddes" He llegado a llorar de emoción al escucharla, como si con ella pudiera volver a esos recuerdos una y otra vez.
(A petición expresa de Adriana Petit, estas dos fotografías aparecen justo debajo de donde charlamos sobre Deià, Robert Graves y su experiencia en este lugar)
13. Muso Fantasma, junto al ex Dios Pedro Amodio; V, junto a la interesantísima artista Andrea Jarales, con quien repites en el proyecto Esperit Maleït; Carne Roja, donde construyes letras a través de la técnica del cut-up; Mort Al Juny, donde hacías versiones de Death In June y, por fin, a partir de 2016, comienza a hacer música bajo tu propio nombre. ¿Qué lugar ocupa la música en tus intereses creativos en comparación con otras artes? ¿Es posible hacer esa categorización donde una disciplina artística se sitúe por encima de otra?
Muso Fantasma fue mi primer contacto con la creación musical y, como dice el saber popular, empecé la casa por el tejado. Pedro Amodio se convirtió en mi compañero de vida, antes de conocerle me sabía sus letras al dedillo y las cantaba por Palma en mi bici azul eléctrico mientras iba a clases de arte. Nos fuimos a Madrid juntos unos pocos años después, cuando yo ya había decidido retirarme a la vida laboral precaria.
Empecé con una tascam de cassette a elaborar samples manualmente, luego añadí una guitarra eléctrica color hueso que compré en Cash Converters por 150 euros y que incluía un amplificador. Imagina la calidad del producto.
Todo aquello lo hacía con un sólo propósito: que la poesía de Pedro tuviera un lugar donde estar. El resultado era una amalgama de mundos subterráneos y cataclísmicos, que cuando lo escucho hoy me sorprende haber sido capaz de convivir con aquella materialización sónica tan experimental, casi fantasmagórica y sin duda, avantgarde hasta la incomodidad.
Luego acabé dándome cuenta de que a pesar de tenerle al lenguaje musical un respeto sacrílego que me impidió hasta hace muy poco llamarme músico, es uno de mis lenguajes más reales. La música la comprendo tan bien, no tanto a quien la hace, que es tan mía como lo es respirar. Y es mi absoluta prioridad. Y además es una cualidad genética, en mi familia hay grandes oídos. Una vez me llamaron sampler humano.
Mort al Juny es un proyecto de versiones de DI6 de Coàgul y Daniel Sedcontra en las que yo hice de agente del caos para el vídeo. V fue una pena que no pudiera seguir, todo apuntaba hacia buen puerto y además contábamos con el inmenso talento musical de Rafa Corromput, batería de Orden Mundial, Escorpio, Cop de Fona y también bajista en Trance, entre mil proyectos más. Esperit Maleït fue un proyecto con fecha de caducidad que llevamos a cabo Andrea y yo para una residencia artística en Moià (el pueblo más endeudado de España) bajo el amparo del Festival Ex-abrupto. Por las noches apagaban las luces del pueblo para ahorrar.
Carne roja es aquello que llamé a lo que hacía en solitario al principio, ahora me llamo como me llamo en mi cédula de identidad: Adriana Petit. Tengo un bandcamp, dónde puedes escucharme. Llevo en ello desde hace ya unos 5 años.
Mi viraje hacia el crear música desde mi entidad personal e intransferible, es esencialmente una cosa de orgullo y perseverancia. Luego, por practicidad, me resulta muy molesto el fluir ajeno en lo relacionado con la música, es demasiado importante para mí como para depender de las mil maneras que tenemos cada uno de existir.
Cuando vivía en Barcelona, decidí que nada de lo que haría de ese entonces y he cumplido hasta hoy, ocuparía espacio físico.
14. Hablas de "respeto sacrílego" por la música. El futurista italiano Luigi Russolo, en su "L´Arte dei rumori" utilizaba otra expresión, lo consideraba sagrado, decía que: "El sonido fue atribuido por los pueblos primitivos a los dioses, considerado como sagrado y reservado a los sacerdotes, quienes lo usaron para enriquecer el misterio de sus ritos. Así nació la concepción del sonido como cosa en sí misma, distinta e independiente de la vida, y el resultado fue la música, mundo fantástico superpuesto al real, mundo inviolable y sagrado". Por el modo en que hablas de la música y lo que dices sobre ello ¿Es posible que ese respeto sea más "sagrado" que "sacrílego"?
Sí, exacto. Sagrado como ninguna otra cosa que conozca. Siempre he sentido mucha curiossidad por los futuristas italianos, pero nunca he indagado en ellos. Para mi es un lenguaje que supera al verbal y supera con creces a los que la hacen.
15. Mi propio proyecto musical, Derriere, se basa en el uso de samplers, fuentes sonoras preexistentes que manipulo según las necesidades o el azar. Es una forma de establecer una comunicación con la supuesta finitud de la canción, estirarla, se niega o transforma la fuente original a través de la inversión mutante de su opuesto hasta convertirla en una otra inexplicada donde el oyente rellene a su antojo la información que le sugiere la radiación en el espectro audible; es decir, el propio espectro sónico que surge de esa combinación de deseo y azar. Una conversación con líneas temporales diferentes que convergen en mutaciones y anomalías, mutando en el espacio tiempo, piezas musicales que tratan de diluir el sentido de territorio que pretenden restablecer esa transmisión de diálogos ocultos con lo que escuchamos y con la posibilidad de una mutación perenne a través de lo dado, lo supuestamente acabado y las posibilidades infinitas de lo inacabado, lo audible y lo inaudible, el error y la posibilidad del error que por lo tanto presta atención a la brecha entre lo real y lo imaginado, lo presente y lo intuido, lo tangible y lo soñado, algo que está "fuera de plano" ¿Sigues utilizando fuentes de sonido ajenas o prefieres concentrarte en composiciones más "formales" (si es que se puede calificar de "formal" una música cuyas huellas pueden rastrearse hasta encontrarnos con artistas como Coil, Nico, Brian Eno, Psychic TV. la dark wave o el post punk entre otros)?
Abandoné esas maneras de hacer porque necesitaba demostrarme a mi misma que era capaz también de construir desde posiciones clásicas. Ahora estoy interesada en los acordes, cosa que antes ignoraba totalmente, por una razón muy clara como es la armonía, algo con lo que trabajaba sin darme cuenta, sin embargo no dominaba en absoluto.
Sigo estando fascinada por esos recortes casi inconscientes en los que alteras la fuente hasta convertirla en otra cosa, como bien dices, pero en lo presente estoy trabajando más en la construcción tradicional.
Aún así, por mucho que quiera, en mis composiciones subyace siempre cierta atonalidad, fruto de mis trabajos anteriores casi primitivos.
16. Vagina Dentata Organ (junto a Comando Bruno, Víctor Nubla, Anton Ignorant, Francisco López o Esplendor Geométrico, por ejemplo) es un nombre imposible de olvidar dentro del panteón mítico de la música más inconformista de este país. Nunca he podido olvidar cuando lo descubrí por primera vez siendo un adolescente curioso que no se perdía un programa de la Edad de Oro, cuando invitaron al indispensable cineasta Derek Jarman. ¿Cómo ha sido tu relación con Jordi Valls, un tipo que estaba ya en Londres en los sesenta, conoció el Swinging London, la psicodelia y luego el punk y llegó a militar en Psychic TV junto a Genesis P-Orridge? ¿Crees que estos artistas han sido ninguneados en nuestro país tan poco dado a las aventuras creativas extremas o que se salen de la norma que dicta nuestra inclinación por el realismo y el "sentido común" y que van en detrimento de las realidades que se ocultan tras la cara visible de las cosas?
A Jordi Valls lo conocí precisamente por ese programa, aunque más bien fue por el video de Catalan, que se emitió por primera vez en España en ese capítulo y último de La Edad de Oro y yo vi en youtube, veinte años después, completamente inquieta por ese cruce extraño. Por entonces, principios de los 2000, me habían descubierto a Psychic TV, de los que quedé absolutamente fascinada. Los llegué a ver en un Primavera Sound de 2004, éramos literalmente cuatro gatos. Siguiendo el hilo, llegué a Valls, a "Catalán", dirigido por Derek Jarman. Seguirle el rastro por entonces no era tan fácil como ahora, ni lo era como lo fuera antes, en el momento cronológico en el que sucedió. Su figura se había diluido por esa época. En los dosmiles los 80 se habían visto desplazados a cierto recodo del olvido, para mi generación sobre todo. Esa escena estaba hibernando en algún lugar en la sombra. Y como sabemos, ha despertado de ese letargo hace unos años, en los que ha estallado de manera imposible de predecir. Nunca hubiera imaginado el alcance que esa escena tan radical ha tenido hoy. Volví a ver Psychic TV diez años después en Madrid y la sala estaba a reventar.
Pero antes de todo eso, yo seguía viviendo en todos ellos, desde esos precarios dosmiles, en esa escena que abarca infinidad de registros, músicos, maneras de hacer, maneras de pensar, en las que yo me identificaba y sigo haciéndolo de manera casi total. El misterio de VDO lo fui desenmarañando con los años, hasta que topé con él de manera casual en las redes y comenzamos una comunicación. Por entonces yo escribía en una revista online que se publicaba desde Mallorca y le propuse entrevistarlo. A lo largo de esa entrevista, mientras me informaba de su trayectoria, más clarividencia y profundidad me descubría. Su biografía es tan espectacular, que aún hoy me pregunto, que le sucede a esta país con sus hijos pródigos. Está claro que, estaríamos hablando de una cultura incómoda, que pone en evidencia la estructura putrefacta de nuestro propio sistema anacrónico, envejecido, moralista, anticuado hasta el asco. Y que, aquello que viene a decirnos Jodi Valls, el grueso de la población de este país no lo comprendería, pero sobre todo no lo querría comprender. Supondría un desgarro a niveles moleculares de nuestra propia cultura oficial.
Luego nos conocimos en persona, su humanidad es tan palpable como lo es su discurso provocador y aún hoy conservamos esa amistad.
Víctor Nubla fue un mago contemporáneo, gracias a él compartí escenario con los Legendary Pink Dots en un LEM de hace 3 años cuando aún no tenía prácticamente mi set construido y no tenía ni caja de ritmos, el resultado fue un auto-exorcismo que con alaridos y un trabajo minucioso con el loop en directo pude resolver la precariedad compositiva con la que me subí ante un público que iba a ver exclusivamente a los LPD.
Su muerte me provocó una tristeza extraña, así como la de Genesis P. Orridge, al que no pude conocer por su monumental cabreo en el concierto de Madrid, puesto que los (no recuerdo el nombre de los teloneros, ¡ah si! KVB) se excedieron en su set, se bebieron todo el vodka del camerino y PTV tuvo que salir del escenario antes de acabar con su concierto. Compartí el enfado, me pasé todo el concierto de los KVB en la puerta de la sala esperando que acabaran, PTV no pudo acabar el suyo por el concierto soporífero e interminable que dieron los otros y al menos la gente con la que yo iba, no íbamos a verlos a ellos. Fue muy frustrante.
Jordi Valls estuvo allí, bebimos juntos y me iba a presentar a Gen al acabar el concierto, pero estaba tan enfadada que no quería visitas como es comprensible. Me llevo su firma en mi single de "Godstar".
Todos ellos siguen siendo figuras incómodas hoy y nuestra sociedad le seguirá dando la espalda a niveles oficialistas. Porque nuestra cultura es paleta, moralista, chupamedias y antediluviana.
17. No crees en el soporte físico para tu música. Yo tampoco lo hago, a pesar de que entiendo el soporte físico como poderosos objetos mágicos con la capacidad de capturar el tiempo y reproducirlo a voluntad (hay algo de ello cuando uno reproduce una grabación de, por ejemplo, Glenn Gould de las variaciones Goldberg de 1956 y escucha, no solo la música, sino el propio tiempo en que fue capturada. Esta es una consideración que tomo del desaparecido Víctor Nubla) Tengo muchos amigos músicos los cuales pierden muchas energías en el establecimiento de los canales por los que se harán efectivos esos soportes físicos: buscar dinero o discográfica para editarlo, distribución y puntos de venta... Son energías que podrían usar para seguir creando y que bajo mi punto de vista hacen que la creación musical se desarrolle en ciclos cerrados de composición, grabación, distribución, presentaciones y vuelta a empezar en muchos casos... ¿Qué crees que te ofrece una plataforma digital, como Bandcamp u otras, en oposición a los métodos "tradicionales"?
Me interesa el formato físico, no creas. Sencillamente el poder costearlos o no, reside en hacerlo a través de sellos, que en todo caso deberán aceptar tu trabajo y eso dependerá siempre de tu capacidad para llegar a un público concreto para que sea rentable o no lo sea. Entonces al final parece que en lugar de hablar un lenguaje musical libre y personal, nos veamos obligados a adaptarlo a los demás. En todo caso estoy más interesada en adaptar al público a mi trabajo, que al revés. Esta suerte de juicio del consumidor hacia el creador me parece otra más de las grandes falacias de la democratización del arte. De la democratización de todo, en realidad, están saliendo verdaderos monstruos.
Las redes me han permitido enarbolar mi trabajo independientemente de todo y de todos.
18. ¿Conoces la obra de Dis Fig o Pan Daijing? Tengo la impresión de que podrían gustarte mucho estas dos creadoras. La primera de ellas acaba de lanzar un disco en colaboración con The Bug que me parece una de las cosas más excitantes que he escuchado en mucho tiempo. Demdike Stare, Zeroh, Flying Lotus, Forest Swords, Zurkas Tepla, Les Societes du Mal, Paper Dollhouse, los siempre sorprendentes Low, las mecionadas Dis Fig y Pan Daijing o ese extraño eremita que es Asher Tuil son algunos de los nombres recurrentes en mis escuchas actuales ¿Cuáles son tus nombres recrrentes?
Es difícil trazar una línea clara con respecto a las influencias o aquello que escuchamos. Uno siempre tiene la sensación de que no saber por donde empezar, pero sin duda más difícil es acabar.
Hace meses que estoy absolutamente inmersa en el sello belga Bonzai Records, en concreto dos cortes que he escuchado hasta retorcerme y me han llevado a picos de agresividad yendo en mi bici a una velocidad peligrosa. Los cortes en concreto son Scorpia de Marco Bailey y Final Fantasy de Extreme trax. También Cocooma, otro de los residentes de Bonzai. Digamos que he regresado al Hard Trance de mi adolescencia y siento una enorme liberación al escucharlos. Y en esa línea pero actual, he descubierto a Narciss. Estoy más bakala que nunca.
También estoy escuchando piezas que se moverían en estilo completamente opuesto a la música makina. He recuperado a Arvö Part, Ministry, Suicide, Massive Attack o Portishead. Nunca dejo ni de escuchar a Coil, ni tampoco las variaciones de Goldberg o las nocturnas de Chopin. Este año he descubierto a The Murder Capital, Karma She, Sevdaliza y curiosamente he disfrutado mucho el último trabajo de Nicolás Jaar . Escucho mucho hiphop noventero también, hay unas recopilaciones en youtube sacadas directamente de cintas de cassette en las que puedes perderte. También he escuchado la salsa de la Fania y un largo etcétera. De golpe me gusta Madonna y me quedo con Anna Von Hausswolff y su disco Dead Magic.
Pero si algo predomina en mi 2020 de manera compulsiva es el Hardtrance. Me apunto tus sugerencias, gracias.
19. Echando un vistazo a series fotográficas como "Negativo de cuero", "Synthetic rainbow", "Rayo" o "Siberian film" no puedo dejar de pensar en conceptos como hauntología ¿De qué modo la memoria, y más aún la memoria acosada por fantasmas, es un campo de investigación creativo para ti? En otras series fotográficas como "Knife wife", "Red queen" (inspirada por una canción de Coil) o "Sacro", la imagen se vuelve o quiere ser la captura de un ritual ¿Es la fotografía una tecnología que apresa el tiempo convirtiéndolo en una especie de amuleto con propiedades mágicas?
A esto responderé brevemente. Hace un año o así, hice una exposición en la desaparecida Flexidiscos que titulé "Lo que quedará de nosotros", imprimí cantidades ingestas de recuerdos. Al ver todo de golpe en una pared, aparqué la fotografía, al menos de la manera casi compulsiva con que lo hacía antes. Hace dos días estuve revisionando mi caja de negativos, para un proyecto interesantísimo en el que colaboro y del que se sabrá en poco. Ese viaje me provocó el mismo daño que la exposición. Lo llamé harakiri emocional. Puesto que aún me queda vida que vivir, me niego a pensar que con menos intensidad que antes, prefiero no recrearme en el pasado. El marido de mi madre dice que he vivido mil vidas para lo poco que he vivido en realidad. Demasiadas vidas en una. La única manera de poder vivir muchas más es cerrar las puertas de acceso a las otras vidas pasadas. Me pesan ya demasiado.
Sí, la fotografía es la perfecta ladrona del tiempo. Sin duda.
20. En la serie "Computer days", el tema eres tú misma, un recorrido por el autorretrato desde 2010 que aún sigues manteniendo. Y sin embargo no hay ni una sola sonrisa (bueno, en realidad hay una sola, que parece malévola) y sí muchas muecas. El artista alemán Arnulf Rainer se fotografió a sí mismo en innumerables fotografías que luego retocaba con pintura. Muchas de sus series estaban inspiradas en muecas recogidas de fotografías de esquizofrénicos y locos en general. Por supuesto, el autorretrato es recurrente en la pintura y la fotografía, de Van Gogh a Francesca Woodman. Me resulta curiosa la atracción que muestran muchos artistas por su propia imagen como tema. ¿Qué te inspira tu propia visión como tema? ¿Qué te inspira tu propia visión en general?
Estoy trágicamente atraída por la maldad, sobre todo la femenina, sin embargo no es mi naturaleza en absoluto. Creo que en el fondo se debe a un deseo inconsciente en el que no me atrevo a inmiscuirme.
La oscuridad es intrínseca en todos, yo sencillamente la milito sin miedos. También creo trasmitir la sensibilidad que provocan mis visones del mundo y el cinismo como contra-reacción.
Así es, el ombliguismo es un lugar común. En mi caso, más que considerarlo un ejercicio ególatra sin más, lo considero una forma más de auto-conocimiento y en consecuencia conocimiento transversal, en este caso ejercido por una persona que intencionalmente se vuelve "pública".
A través de la exposición de lo privado se habla de lo universal. A raíz de lo personal se universaliza el discurso. Te pone en contexto histórico, te habla de quien pretende tener algo que decir. Diré que no solamente es un recurso plástico, sino que la voz literaria también tiene a sus auto-biógrafos. de hecho desde hace años no puedo leer ficción que no sepa que proviene de la auto-ficción o el relato pseudo-realista de una vida vivida en carne y hueso. No puedo contextualizar sobre aquello que no tiene raíz inmediata con la experiencia. Con esto no digo que rehúya de la mentira ficcional.
Hace algunos años escribí una frase: No estoy en absoluto interesada en la mentira de la ficción, sino en el artificio de la verdad.
Personalmente creo que un artista hace de sí mismo su propio arte y es igualmente esencial que la obra en sí.
21. La memoria es uno de los temas recurrentes de la interesantísima artista australiana Sarah-Jane Norman quien en su trabajo "Stone tape theory" (cuyo título toma del concepto de T.C. Lethbridge de las "cintas de piedra" de que los fantasmas y las apariciones son análogos a las grabaciones en cinta, y que las impresiones mentales durante eventos emocionales o traumáticos se pueden proyectar en forma de energía, "grabar" en rocas y otros artículos y "reproducir" en ciertas condiciones) conjeturaba que: "¿Qué existe en el espacio entre los datos brutos de la memoria y el proceso de "autobiografía"? todos somos autobiógrafos; no es solo una forma literaria, sino un proceso psicológico integral necesario para la composición de nuestra identidad. Mi pasado está vivo en el presente: memoria involuntaria es el nombre que le dio Proust, el destello de un recuerdo que interrumpe el presente. Este proceso es más intrusivo para algunos que para otros: como alguien que posee una memoria eidética o "fotográfica" o que vive con un trauma complejo de desorden de estrés post-traumático, conozco la textura de este bucle íntimamente como una perturbación regular de mi vida. La memoria tiene peso, con el paso del tiempo siento sus acumulaciones en mi cuerpo. ¿Qué pasa si, en lugar de resistirme a este tirón hacia atrás, me someto por completo? En algún lugar de este desdoblamiento de los fragmentos entrelazados del recuerdo, ¿es posible reubicar los límites de esa construcción más integral que llamamos el "yo"? ¿Qué tan falible es esta red de impresiones? Al rebobinarme y reproducirme, ¿puedo deshacerme de mí mismo?¿puedo convertirme en un fantasma? ¿Qué significa estar "embrujado"? ¿Qué es un inquietante, si no un recuerdo en el espacio? ¿Y qué es un recuerdo, sino una obsesión del cuerpo?". Lo dicho por Sarah-Jane Norman me parece que se adapta bien a lo dicho por ti así que no haré preguntas sino que te invito a que trates de responderle a ella.
Creo que al igual que un cuerpo, los objetos tienen memoria aunque no le adjudiquemos a lo objetual una vida propia, yo creo que en ellos permean las situaciones vividas entre ellos, lo mismo que hacen en nosotros. A veces yo misma me hago el flaco favor de considerarme a mi misma maldita, como si mi cuerpo estático fuera objeto de maldiciones que escapan a mi propia voluntad. Es un recurso en el que procuro no redundar puesto que también creo que uno mismo puede generar ese mismo pensamiento en lo ajeno y acabes por cumplir tu propia auto-profecía.
Ahora mismo estoy experimentando una cosa distinta con la nostalgia o el recuerdo, como dices tú mismo, ahora la siento como un tirón que no me deja avanzar. Me siento en un momento en el que tengo una urgencia experiencial que la nostalgia me impide. Por tanto creo absolutamente en toda la radiografía de la memoria que ella expone y por eso busco la manera de no verme bajo el influjo del recuerdo, por miedo a verme atrapado en él.
22. Te interesa el fotomontaje y el collage ¿Conoces el trabajo de Penny Slinger? Llevo todo el rato en que escribo estas preguntas pensando en ella y eso me hace conectarla contigo. Me gustaría que echaras un vistazo a su arte y me comentaras. ¿A qué crees que son debidas esas conexiones mentales que a veces se nos presentan con tanta insistencia?
No, no la conozco. Voy a ello...
Suele suceder que buscamos en nuestro archivo mental relaciones prácticas, conceptuales y estéticas ante algo nuevo. Creo que se debe a nuestra manera de sistematizar la información. Me sucede, como a todos, que me han comparado con otros artistas. Nunca me ha molestado, a veces hasta lo he agradecido porque el artista me gusta o lo desconocía y me han hecho descubrirlo.
Luego, creo sinceramente que hay un lenguaje subterráneo que somos incapaces de desencriptar y funciona en nosotros más de lo que creemos y que tiene un efecto rebote invisible y nos llega de una manera que podría asemejarse a la zoosemiótica de las abejas u otros animales, nos llega en otros códigos pero lo recibimos sin encontrar su origen. Es un flujo masivo y conexo y solemos creer que proviene de nosotros mismos. Desconozco sus peculiaridades o como funciona, pero lo intuyo allí.
23. Antes has hablado del "lenguaje casi puro" de las imágenes y ahora de un "lenguaje subterráneo que somos incapaces de desencriptar y funciona en nosotros más de lo que creemos y que tiene un efecto rebote invisible" ¿Crees que quizás haríamos mejor si calláramos de una vez por todas y tratásemos de crear un lenguaje sin palabras, de bloques asociativos de sensaciones conectadas entre sí más que "pensar en palabras" ya que el pensamiento humano está informado por una imaginación (los mitos, por ejemplo) común en vez de por cajones estancos?
Respondería a eso que si me quitan la capacidad léxica, yo misma quedaría reducida a cenizas. Aunque sería muy interesante llevar a cabo ese experimento, ver que sucedería y en qué nos convertiríamos.
24. ¿Crees en la inspiración, el arrebato, en ser transportada en según qué momentos de inmersión creativa por la Musa o el daimón? ¿Crees que una tecnología creativa como pueda ser una cámara de fotos o una de vídeo o cine pueda tener la capacidad de capturar no ya imágenes sino la propia esencia de quien la maneja, como le ocurre a Pedro, el protagonista de "Arrebato", y luego con José Silgado? Como en el caso de Penny Slinger, no he podido dejar de hacer esa extraña conexión con la película de Iván Zulueta y contigo ¿Qué crees que pueda significar?
Creo firmemente que la tecnología tiene el automatismo del que hablo antes, presuponerla como anti-orgánica es algo estúpido, pues todo proviene de nosotros mismos, lo mismo que los materiales de la que están construidas las máquinas provienen del lugar en el que existimos. Todo tiene un origen natural aunque la diseccionemos hasta la abstracción total, la transformemos hasta el punto de volverla irreconocible, y a eso acabemos por llamarlo tecnología, como si nuestra mente al relacionarlo como algo anti-material lo convierta en algo ajeno a nuestro cortocircuito, es una extensión más de nuestra existencia.
"Arrebato" es una de mis películas favoritas, por cierto. Y evidentemente su final es la representación formal de lo que acabo de decir. Y tu relación está perfectamente hilada.
Y volveré a mi sesión fotográfica de la que me has hablado antes y es en claro homenaje a "Red Queen" de Coil, pues la letra habla de lo mismo.
25. Por supuesto, lo "artificial" no es lo contrario o enfrentado a lo "natural". Como si un concepto necesitara su "sombra" para ser completo en vez de pensar que esa completación se da por los opuestos funcionando el uno en el otro. ¿Crees que nos esforzamos en exceso en mantenernos a flote, puros y sin mácula en aquello que nos han dicho que es lo "ideal" y no ser absorbidos por ese sistema creado por absolutamente todo, lo abyecto, lo puro, lo natural, lo artificial, arriba, abajo...?
Es complejo observar el mundo desde su complejísima totalidad. La necesidad de ordenarlo responde a la imposibilidad de abarcar ese crisol, que se abre en la infinitud y llega hasta zonas para nosotros inaccesibles. Asumir eso es un gesto que no debe acabar en abandono o en zancar a la fuerza, sino en intentarlo a pesar de su imposibilidad. Y sin duda, esa es nuestra obligación.
26. No has recibido ninguna formación artística y así te encargas de decirlo siempre que tienes ocasión ¿De qué crees que te libra ese espíritu autodidacta? ¿En qué crees que te limita?
Me libra de las estúpidas modas. Vivo en mi tiempo, sin duda, pero no me arrastran las compulsivas formas con las que se maneja la gran industria cultural en el contexto capitalista.
Me limita desde el momento en que estoy diametralmente fuera de circuitos artísticos en vida y eso me condene al ostracismo, que en sí no es ni indigno ni molesto, de no ser por la precariedad laboral a la que me obliga. Aunque me guste la libertad artística que supone ejercerla sin depender de ello, es un incordio que tu manera de ganarte la vida sea interpretando un servilismo, en mi caso, hacia los demás y eso concluya en agachar la cabeza hacia la mezquindad del mundo. Por muy divertido que pueda ser a veces cuando estás bien con lo que haces, es una mierda cuando eso se convierte en un absoluto, entonces me vuelvo iracunda e irracionalmente inflamable.
Mientras me dejen existir paralelamente, mi teatro en el mundo real será llevadero. Es mi única condición.
27. Joseph Campbell decía que el verdadero héroe hará aquello que tenga que hacer a pesar de su audiencia nunca por ella. En mi etapa madrileña milité en el surrealismo organizado y participé en varias exposiciones (entonces quería ser pintor y poeta) pero pronto me desencanté del ambiente de los circuitos artísticos, mucho más preocupados por el "artisteo" y el figurar que por el propio arte y la creación. Además, siempre he tenido que trabajar en otras ocupaciones al margen de lo creativo: he sido cocinero, he navegado, he sido dependiente de tienda de discos, estibador, dj en bodas y he tenido mi propio local donde vendía discos, libros y funcionaba como estudio de tatuaje e improvisado local de conciertos y exposiciones. Ahora tengo mi propia revista, junto a mis camaradas de Manía y nos sentimos perfectamente libres de hacer cuándo nos da la real gana sin plazos y sintiendo que nadie nos espera. ¿No crees que el arte y la creación está realmente obsesionado con cumplir los requisitos que la industria del entretenimiento espera de él como dador de productos para alimentar esa misma industria mientras que va la energía que contribuye a crear condiciones de cambio, la sospecha de lo posible en la vida y transformándose en una suerte de entretenimiento de élite sin profundidad ni significado. Un arte que muchas veces no tiene sentido más allá de mostrar el ego del artista, alejado de la sociedad y comprometido únicamente con quien le guarde la espalda al artista mientras el tiempo que dure el contrato entre ambas partes?
Sí, esa es una de las grandes losas del arte. La pretenciosidad y el elitismo de quien lo maneja. También tengo mis arrebatos snobistas, sin embargo mi propia realidad me lo impide.
Yo he habitado en las sombras, he sido perseverante y eso me ha dado sus frutos relativos y me queda camino que recorrer, pero en el fondo soy consciente de que estoy condenada al ostracismo.
28. ¿Crees que cuando terminemos de atravesar el espejo hacia la "Nueva Realidad" nos internaremos en un mundo tangible, -extraño quizás-, como le ocurrió a Alicia, o por el contrario esta "Nueva Realidad" será inasible, compuesta de realidades y ficciones sin fin?
Creo que ya habitamos esos universos cuánticos casi de manera precipitada hacia su peor versión. Yo estoy tan aterrada como engullida por ello. Quiero creer que volveremos a habitar la carne.
29. ¿Crees que el mundo se nos da como un enigma a resolver?
En mi caso sí. No puedo habitarlo de otro modo diferente al de tratar de desentrañarlo lo máximo que pueda.
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