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ENTREVISTA CON UNAVENA

   

El grupo gallego trajedesaliva es una de las más deliciosas anomalías del panorama musical de nuestro país. Más de veinte años haciendo exactamente la música que desean. Mónica Campos, llamada unavena y Mon Ninguén han estado desde el principio. He tenido la fortuna de establecer esta comunicación con unavena, la voz en el proyecto.

En próximas fechas sacan disco nuevo, "Ultratumba"

Aquí os dejo la entrevista completa.



¿Quién es Mónica Campos y quién Unavena?

unavena es solo la voz en trajedesaliva. No tengo tampoco ningún otro proyecto creativo al margen del grupo.

Dices "la voz en" no la voz "de". Para mí, que desde hace años perpetro un proyecto musical absolutamente arcano, centrado en música experimental e instrumental, me parece que la voz es el "instrumento" más desnudo, que más deja ver de nosotros mismos, que más te expone, a excepción de un único proyecto nunca me he atrevido a mostrar mi propia voz ¿Cómo te planteas tú esta situación? Evidentemente ser "la voz en" no es lo mismo que ser la voz "de". Entiendo entonces que la "voz" de trajedesaliva (escribámoslo desde ahora en minúscula como haces tú) es un todo, un concepto ¿Es así? Por otra parte ¿Te has planteado alguna vez otro proyecto musical? ¿Te interesa o te ha interesado a nivel de creación alguna otra disciplina artística?

Decir la voz en supongo que revela algo de cómo me siento en relación a ella. Veo que es extraña, fragmentada, se ahoga, le cuesta.

¿Se escribe Unavena con mayúscula o debe escribirse todo el nombre en minúscula? Los ingleses escriben su "yo" como "I", con mayúscula, nosotros, en cambio, escribimos "yo" en minúscula. Ellos parecen tener un ego mayúsculo, nosotros en cambio... ¿Hasta qué punto es consciente escribir Unavena o unavena?

La torre del yo narcisista, el individuo que domina. Desde luego me encuentro más cómoda con la palabra en minúscula articulada en horizontal, pegada a la tierra, a la temporalidad, a lo corpóreo. Ya sabes, por muy alto que sea el trono, siempre nos sentamos sobre el culo. Me gusta la idea de ir perdiendo con los años la coraza del carácter, ocupar otros espacios, perder algo de cuerpo y entender hasta qué punto somos, en general, más bien poca cosa. Creo que así voy más preparada para aceptar los ciclos naturales de la vida.

¿Es entonces tu experiencia artística una prolongada y vital búsqueda de descomprensión del ego? "Ocupar otros espacios, perder algo de cuerpo y entender hasta qué punto somos, en general, más bien poca cosa". Tu compañero en trajedesaliva se hace llamar Mon Ninguén, "nadie" en español ¿Es una obsesión para vosotros establecer esa descomprensión del ego? ¿No crees que es necesaria una cierta dosis de ego en el artista a fin de ser este quien se interrogue sobre su propia condición y desde esa situación "hablar" al otro?

Mon es igual que yo en eso. Él ya era Ninguén/Nadie con 15 años, cuando grababa sus maquetas al margen de los otros grupos en los que tocaba, más orientados hacia el grunge y el sonido The Doors, The Cure. Desde luego no sentimos la necesidad de erigirnos como artistas. Nuestra música es, fundamentalmente, un diálogo con nosotros mismos.

Hablas de la temporalidad y lo corpóreo, lo finito, si entendemos esa temporalidad como un ciclo y o corpóreo como experiencia ¿Tratas de establecer una especie de escatología, una filosofía del destino final del hombre en base a ello?

No sé si llamarlo escatología, ¿una concepción de lo abyecto, quizás? Soltando el peso de la repugnancia hasta que ya no queda nada.

Descubrí vuestro disco "Mima blanca" de modo casual escavando entre los cientos de CDs de saldo de un Cash & Converters hace muchos años. No sabía nada de vosotros, la portada abstracta, la ausencia de títulos en las canciones y el nombre del grupo, trajedesaliva, de claras reminiscencias sexuales, y el cual no sabía si era un chiste o no, me atrajo irremediablemente. No estaba preparado para lo que me iba a encontrar ¿De dónde surge la idea para un grupo como el vuestro, para esta deliciosa anomalía llamada trajedesaliva?

El grupo surge en el 97. Mon y yo nos conocimos en el foro musical de Grasa, una especie de webzine de la época. Enseguida conectamos y trajedesaliva fue cogiendo forma de la manera más natural; él componiendo y tocando los sintes y yo con el concepto del disco, las letras y la voz. Ese núcleo, y esa manera de trabajar, la hemos mantenido en todas nuestras etapas, en las que también hemos colaborado ocasionalmente con otros músicos amigos cuando hemos querido incorporar otros instrumentos como guitarra, batería acústica, violín, acordeón o vientos. Ahí estaban Ricardo Rozas, Samuel Pérez, Xabier Cedrón, Xosé Lois Romero, Pedro Lamas...

¿Y cómo habías imaginado tu primer disco antes de la aparición de Mon Ninguén? Me imagino a una joven Mónica en su habitación, escuchando música, mirando por la ventana e incluso fumando un cigarrillo, imaginándose a sí misma en el lugar de sus artistas favoritos ¿Qué te pasaba por la imaginación? ¿Tenías esa ambición creativa? ¿Pensabas que algún día estarías en un grupo?

Correcta la primera parte, con habitación, música y ventana, pero no fumando ni ambicionando ser una artista precisamente. Siempre he sido bastante inane, sin mucha motivación propia, pero, a la vez, muy, muy receptiva y dispuesta a participar o contribuir en proyectos iniciados por otros o que surgen de una idea común, como nos ocurrió con el grupo.

Devaneos free jazz, música avanzada, electrónica inquieta, spoken word, poesía, estructuras crepusculares y una dedicatoria a mis amadas Diamanda Galás y Nico. ¿Erais los bichos raros del instituto?

Bueno, es que los institutos de los noventa eran espacios bastante heterogéneos, o, al menos, así lo recuerdo yo. Todos éramos, en mayor o menor medida, bastante diferentes, ¿no? Mon y Santiago (Alcalá, nuestro productor) eran compañeros entonces, en Coruña, y ellos sí comentan siempre que se veían totalmente al margen de todo. Yo, que estaba en Vigo, era más Raven, una loner en toda regla. La dedicatoria en «Mima blanca» a Diamanda Galás y Nico no es casual, y es que en ese disco buscamos adaptar la música de ambas a instrumentos reales, usando sintetizadores, batería acústica, guitarra, saxo, acordeón, trompeta y fliscorno. En estas últimas semanas que he estado actualizando nuestra discografía en Spotify me he reencontrado con este disco. Me parece de lo mejor que hemos grabado.

Muchos artistas parecen reacios a revisitar sus creaciones, sus discos. Dicen no leer, ver o escuchar aquello que hicieron hace tiempo porque no se reconocen. Tú lo haces ¿Te reconoces en esas creaciones? ¿Qué ha cambiado en ti a nivel creativo o personal desde que hace veintitrés años comenzaras la aventura de trajedesaliva y de qué modo esa transformación creativa ha influido o incidido en tu progresión personal?

Sí, sí me reconozco, aunque ya no sea exactamente esa persona. Creo que hay que ser benévola con una misma. Desde luego, sigo aspirando a hacerlo cada vez mejor, pero para mí lo importante es tener la oportunidad de expresarme y hacer algo productivo. A modo de terapia, supongo, the talking cure?
¿Por qué no tituláis el primer tema de "Mima blanca" como lo que es o lo que parece ser (y corrígeme, por favor, si estoy equivocado) una versión de "Janitor of lunacy" de Nico? ¿O es algo más? No lo pregunto de modo en que crea en que vuestra creación esté supeditada a la mera versión. Por el contrario, creo que las canciones, las creaciones, una vez dadas a los otros, al público, dejan de pertenecernos. Sobre todo me interesa tu opinión en ese "algo más".

En realidad las canciones de «Mima blanca» no tienen título, es un trabajo conceptual con reinterpretaciones de la música de estas dos artistas hechas bajo nuestro prisma personal. Pero estoy totalmente de acuerdo en lo que dices, cualquier obra puede ser el punto de partida para la expresión creativa de otra persona, que la continuará, deformará o convertirá en otra cosa radicalmente diferente.

Diamanda Galás y Nico, por diferentes circunstancias, parecen compartir desgarro vital ¿Cuál es el desgarro de unavena, si es que lo hubiera? ¿Es necesario ese desgarro para crear?

Bueno, tengo mis angustias y mis miedos, como todo el mundo. Me interesa mucho la cuestión de la familia, la infancia, la memoria y la transmisión de una especie de trauma doméstico que nos vamos pasando de generación en generación. Los fantasmas del pasado siempre contaminando, acosando a los que nacen después. Lo cierto es que me gustaría, en el futuro, ahondar un poco más, incluso en un hipotético disco de traje, en el horror que es la historia de la crianza a lo largo de las distintas épocas. Aún así, habrá ya bastante de ese tema (la familia, la infancia) en «Ultratumba», nuestro disco nuevo. Sobre si el desgarro es necesario para crear, pienso que cualquier experiencia vital intensa puede usarse de manera creativa. Pienso en las propuestas de Uboa (me gusta mucho su disco «The Origin of My Depression», por cierto) o Lingua Ignota. Ambas componen desde una fuerza negativa. Otras circunstancias como la represiva funcionan también muy bien para alimentar la expresión artística.

A los músicos me gusta preguntarles por sus influencias extra musicales ¿Qué lecturas te excitan o te obsesionan, que cineastas o películas?

Se me ocurren mil lecturas. Para resumir: me interesan mucho las escritoras que reflexionan en sus obras sobre procesos particularmente femeninos (maternidad, relaciones madre-hija...). De ahora se me ocurren autores como Mariana Enríquez, Valeria Luiselli, Julián Herbert o Roque Larraquy. En cuanto al cine, la cosa ha ido por etapas. Antes veía mucho terror y exploitation de todo tipo (de ahí nacen «Agosto bajo tierra» y «Flor de carne y hueso»). Luego más cine de autor (Tarkovski, Parajanov, Herzog, Fassbinder, Buñuel, Bergman, Antonioni, Rohmer,...). Ahora películas de todo tipo, supongo que para rellenar los huecos, aunque con satisfacción relativa. No deja de llamarme la atención, con el éxito que han tenido, lo indiferente que me deja el cine de Ari Aster («Hereditary», «Midsommar») y Robert Eggers («La bruja» —creo que «Hagazussa» es bastante mejor—, «El faro»). Siento una desconexión brutal con estos directores. ¿Las has visto? ¿Te pasa a ti también?

No he visto las películas de Aster y lo cierto es que algo intuitivo me impide acercarme a ellas, suelo escapar del hype (supongo que no es más que otro de los prejuicios que todos tratamos de imponer como norma o incluso filosofía) Quizás sea bueno o no lo sea, pero es. Vi "La bruja" bastante después de estrenarse (curiosamente en Coruña) y aunque me gustó, la he olvidado fácilmente; es decir, no dejó en mí huella más allá de las circunstancias especiales en que la vi. El cine de Eggers me resulta más efectista que efectivo, de algún modo creo que es pretencioso y se queda en la superficie, y eso creo que incluye "El faro" (aunque he reconocer que estos últimos días he pensado en volver a verla, a ver qué tal me sienta después de un cierto tiempo -creo que tiene ciertos buenos hallazgos-. En un post de Facebook la llegué a subtitular "Pedos, Pajas y Gaviotas"). Por contra "Hagazussa", la película de Lukas Feigelfeld, me parece una película muy superior o más interesante que utiliza tropos del cine de terror pero que en realidad se trata de un film mucho más profundo que desea llevarte a un estado alucinatorio, de trance, donde todo se dilata: el tiempo, la naturaleza y la comprensión misma de la naturaleza, la creencia y la realidad. Soy devoto de Tarkovski, Parajanov, Herzog, Buñuel o Bergman, de los nombres que citas ¿De qué modo un artista puede subvertir sus influencias para que su propia creación no sea más que un aparatoso pastiche o cliché? ¿Se pueden crear obras de arte verdaderamente originales desde el pastiche o cliché?

Sí, perfectamente, y también se pueden crear obras originales incluso cuando no tienes nada que decir, a lo «8 ½». Creo que no pasa nada por darse tiempo, espacio y libertad para ir madurando y puliendo el estilo de cada uno. Es normal que tu estilo se encuentre inicialmente pegado a unas influencias, una escena o un momento concreto. Para nosotros crear es un proceso totalmente intuitivo, en el que vamos volcando nuestras vivencias, intereses... Esto es algo que se va gestando durante un tiempo indefinido, hasta que encuentra su propio camino y acaba materializándose. ¿Crees que formáis parte de alguna escena con la que os podáis considerar en sintonía o por el contrario miráis a vuestro alrededor y crees que vuestra idea no encaja del todo con escena alguna? Prefiero pensar que encaja con muchas (experimental, música oscura...). Creo que nuestra música tiene elementos que pueden sintonizar sin mucho problema con diferentes tipos de oyentes. De todas maneras, como grupo no estoy segura de que hayamos formado nunca parte de una escena concreta.

Hace tiempo me hicieron la misma pregunta ¿Crees que Derriere (el nombre de mi proyecto musical) tiene que ver con alguna escena musical? Yo respondí que esperaba que no. Es únicamente mi opinión, pero creo que las escenas se construyen compartiendo tiempo, espacio e intereses comunes y que eso, a veces coarta la libertad creativa y de elección de intereses. Es decir, has de "respetar" una serie de códigos estéticos y, digamos, "filosóficos" más que procurarte una audiencia "interesada" por tu creación a priori porque es "lo que se espera" de ti ¿Estás de acuerdo o crees que se puede subvertir todo ello y trastocar esas expectativas de la hipotética audiencia de la escena concreta?

Para mí el concepto de escena es complejo. Al no tener mucha relación personal con otras bandas, no sé bien cómo, o desde dónde, se forman y se consolidan esos hilos. Pero, como ocurre con todo, si funcionas desde una, vamos a llamarla, «galería de espejos», que siempre te devuelven la misma imagen, (mismos códigos, intereses, estética), tu creación estará condenada a repetirse, ¿no? Imagino que sin algo de disonancia, de separación, no queda mucho espacio para demostrar una identidad personal.

¿Qué tipo de escena musical os interesaba cuando crecíais como banda?

 Básicamente música ambiental, tipo Tim Story, o más oscura, como Lustmord; dark folk, gótico, neoclásico, bandas del sello Prikosnovénie... Cómo no, también Diamanda Galás, Einstürzende Neubauten, Nick Cave y PJ Harvey.


Vaya, no conocía a Tim Story pero acabo de subsanar ese error o desconocimiento. Me fascina la comunicación de nombres, potenciales intereses a descubrir dados por personas que consideras interesantes en sus gustos y creaciones ¿Te ocurre lo mismo? ¿Hasta qué punto algo que te descubre alguien a quien respetas por sus intereses pasa a ser parte de tu acervo?

Claro, es genial. Antes, cuando no era tan accesible, nos descubríamos mucha música entre hermanos, compañeros de clase... Hay que ser generoso y está bien alimentar a la gente que quieres con sonidos que intuyes que les van a llenar. Yo conocí así a Bastarda, que son un trío polaco que reinterpreta música medieval con clarinete y chelo. Si te apetece, empieza por el «Promitat Eterno», que está genial.

En una vieja entrevista habláis de vuestro gusto por los japoneses Jack or Jive. Ha sido una gratísima sorpresa. Tengo la sospecha de que es un grupo absolutamente desconocido en este país ¿Buscáis conscientemente rarezas? Yo desde luego lo hago, no por esnobismo sino más bien por inconformismo, por la intuición de que siempre hay algo más, insólito y excitante, esperando a quien busca ¿Hasta qué punto os consideráis buscadores, exploradores?

Jack or Jive los descubrimos en la revista de músicas innovadoras Margen (de Rafa Dorado). Nos llamaron la atención porque nos pareció que teníamos un lenguaje común, en especial con el color del sonido y el sentimiento de los teclados. Sobre lo que comentas de la exploración, sí me gusta encontrar propuestas nuevas, aunque no necesariamente actuales. Aunque escucho de todo, siempre intento explorar cosillas en la línea de la electrónica con atmósferas densas, drone y también folk. Me gustan, por ejemplo, Anna Zaradny, Keeley Forsyth, Alela Diane, Shilpa Ray, SRSQ...

¿Ves? Me estás ofreciendo algunos nombres que desconozco: Anna Zaradny, Keeley Forsyth, SRSQ, ese Tim Story anterior... Eso me fascina, que la comunicación se establezca de un modo en que esta no se estanque en criterios inmóviles, como si comunicarse fuera una especie de exposición de conocimientos estériles en vez de rizomáticos, fértiles, de transmisión de descubrimientos y experiencias. Odio, rechazo eso, charlar por charlar me agota y me limita ¿Te ocurre? ¿Qué haces cuando ocurre, cómo lidias con ello?

Pues supongo que si la comunicación no sigue el principio de mutualidad no tiene mucho sentido y se queda en un mero ejercicio narcisista y, claro, eso resulta totalmente agotador.

Decía el pensador y crítico cultural Mark Fisher que "El "modo nostálgico" designa un modo de repetición prácticamente ubicuo pero en gran parte no-reconocido, en una cultura en la que las condiciones para el surgimiento de lo original y la ruptura de esquemas ya no tienen lugar, o tienen lugar solo en circunstancias muy excepcionales. La nostalgia no es una categoría ni psicológica ni afectiva. Es estructural y cultural, no un problema de un individuo o un colectivo que añora el pasado. Casi al contrario, el modo nostálgico es la incapacidad de imaginar algo diferente al pasado, la incapacidad de generar formas que puedan comprometerse con el presente, mucho menos con el futuro. Es la afirmación de Jameson de que las representaciones del futuro, de hecho, cada vez más tienden a mostrársenos bajo las formas del pasado". Es decir, que, según su opinión, bajo esas coordenadas, el futuro de la cultura, y sobre todo la música, a excepción de heroicas excepciones, está poco menos que suspendido ¿Estás de acuerdo?


Para mí la nostalgia está íntimamente ligada a la melancolía. Vivimos una época muy melancólica, de cuasicadáver, suspendida y anclada en un tiempo perdido, al que volvemos una y otra vez. Y, sin embargo, esto es ideal para la expresión artística como forma fragmentada, repetitiva, polisémica, afectada, que imagina otros mundos mejores. Me viene ahora a la cabeza el «The Experience of Repetition as Death», de Clarice Jensen, que he estado escuchando bastante últimamente y que me transmite esa sensación de parálisis melancólica, usada como barrera y protección ante el dolor.

Es una imagen absolutamente demoledora, "La experiencia de la repetición como muerte" de Clarice Jensen. No ya en la experiencia personal de Jensen y su sensibilidad, que también -es una obra profunda y terrible en su acepción abismal de búsqueda y reconocimiento como artista- sino igualmente como síntoma del estado de la cultura ¿Hasta qué punto nos paraliza, culturalmente, socialmente o lo que quieras?

Ella explica que detrás del concepto de «The Experience of Repetition as Death» (que remite al poema de Adrienne Rich «A Valediction Forbidding Mourning») está el concepto freudiano de pulsión de muerte, y su inclinación a la repetición compulsiva, que ella usa como forma de integrar la experiencia dolorosa de la enfermedad de su madre. Curiosamente, el poema de Rich, termina con este verso: To do something very common, in my own way. Hacer algo común (o mundano, cotidiano, habitual, doméstico...) y hacerlo a tu manera. Viene a decir que nuestra forma de crear y de dar sentido a lo que nos pasa es un proceso personal, natural y normal, no extraordinario. De este disco escucho mucho «Holy Mother», que es mi preferido, y muchas veces me lo pongo también on repeat. Soy muy compulsiva con las canciones que me gustan, me las puedo poner perfectamente diez veces seguidas.

En mi opinión, y con respecto a lo estrictamente musical, innovadores como Tricky, Autechre, la plana mayor del jungle, el dubstep con Kode9 o Burial en su momento, Burial Hex, Flying Lotus, Zeroh u otros creadores como Vindicatrix, Zurkas Tepla o Forest Swords son algunos de esos heroicas excepciones, creadores que se empeñan en que la cultura no se transforme en un perpetuo y furibundo revival de formas ya dadas y que no son necesarias de repetir ¿Qué nombres escribirías tú en ese hipotético "muro de los héroes"?

De los que mencionas, me quedo con Tricky, especialmente el Tricky de «Pre Millennium Tension». Me encanta el sonido de ese disco. Pero la innovación no está tampoco reñida con el éxito comercial. Ahí tienes a Hendrix o James Brown, que marcó un punto de inflexión, con ritmos y estructuras que aún hoy, después de 70 años, siguen vigentes. Otros, como Nico, se han visto condenados al olvido, habiendo hecho algo tan único. De todas maneras, seguramente innovar no sea más que el resultado de seguir tu visión y buscar tu propia expresión, y me gusta pensar que, más que desde un empeño personal, se puede innovar reinterpretando códigos comunes, y también de manera más cándida y sutil, a través del accidente, el error, la sinergia con otros y, especialmente, tus propias limitaciones, tanto técnicas como humanas. Para nosotros es importante no controlar todo el proceso, ser permeables y dejar espacio al desajuste, la confusión, la palabra mal dicha, la imagen imperfecta. La pulcritud en la música me da bastante repelús...

"El accidente, el error..." No puedo estar más de acuerdo (yo mismo, un no músico que hace música y que muchos de sus mejores momentos están dados por ello). A veces da la sensación de que muchos artistas tratan de controlar tanto, de ser tan perfeccionistas que olvidan que esa fisuras, esos "errores" y "accidentes", son parte sustancial e indisoluble de lo que son como creadores, porque les delata y pone en quiebra. La pretensión de un control absoluto se me antoja una mera ilusión. Mucha gente señala, precisamente, que los discos de Nico están llenos de "errores", que no son armónicos, que Nico "canta mal" ¿Acaso importa cuando discos como "The marble index", "The desert shore" o "The end" nos muestran a una creadora tan visceral y desgarrada, alguien que ha regresado del "otro lado" con un mensaje musical para nosotros? ¿Hasta dónde una pretendida técnica o "hacer las cosas como han de hacerse" nos significan" como artistas, como creadores? ¿Qué vías de fugas nos otorgamos y dónde queremos situarnos en libertad?

Pues sí, también tengo esa sensación de que Nico es como una heroína que volvió viva del mundo de los muertos. Es verdad que cantaba y tocaba de forma poco convencional. Me enseñaba el otro día Mon al piano cómo ella tocaba las melodías con los graves y los acordes con los agudos, de ahí el sentimiento tan oscuro de su música. A mí me parece que el error y la imperfección es lo que nos delata precisamente como humanos y lo que hace que la música emocione.

Por cierto, Joseph Campbell dijo algo así como que el verdadero héroe era aquel que haría aquello que creía que debía hacer a pesar del público y las condiciones. Por el contrario, The Kinks cantaban aquello de "Give the people what they want" ¿Hay que darle al público, a la audiencia, "lo que quiere" o el artista debe hacer lo que necesita hacer a pesar del público y las condiciones?

En nuestro caso es lo último, pero no tiene nada de heroico. Como te comentaba antes, nuestra música es principalmente un diálogo con nosotros mismos. Y es tranquilo y cómodo. No pretende evangelizar. El que tenga una sensibilidad o una experiencia parecida a la nuestra acabará conectando con ella, sin más, como si hubiera una línea invisible que conecta todos nuestros espacios melancólicos. Por otro lado, hay bandas con una visión totalmente profesional de la música. Pienso en Ghost, por ejemplo. ¡Tiene mucho mérito lo que hacen!

Ghost ¿los japoneses? Me parecen fascinantes. Me gusta mucho que me digas que para vosotros vuestro modo de crear y realizaros como creadores es tranquilo y cómodo porque entiendo que a través de los años habéis llegado a una suerte de conclusión donde aquello otro, intranquilo y molesto (aquella facción que nunca entenderá nada de vosotros) no os afecta u os afecta lo mínimo. A mi modo de parecer, eso es una heroicidad: encontrar ese espacio propio y buscar a los sensibles conectables. ¿Qué consideras que has dejado por el camino, supuestamente trillado de esa convención llamada "realidad" o cotidianidad por ese otro camino creativo elegido?

Me refería a los Ghost suecos y a perseguir tu sueño con total seriedad, haciendo de ello tu profesión. En su caso me impresiona que fue su mujer (de Tobias Forge) la que lo animó a dejar su trabajo, incluso asumiendo que, durante los meses de gira, inevitablemente estaría lejos de ella y sus dos niños pequeños, mientras él se iba a por sus rock dreams, por él y por su familia. Eso me parece muy valiente, muy sacrificado. Obviamente, nosotros invertimos tiempo y cariño en lo que hacemos, pero es otra cosa.

¿Hasta qué punto os preocupáis por la letra y la imagen?

Por la imagen poco. Por la letra sí, claro, generalmente son retazos, pensamientos sobre la experiencia femenina que marcan el tono de la música y el concepto del disco. Son textos multirreferenciales, pero fragmentarios y oscuros, incluso para mí. Decía una cosa parecida Anna von Hausswolff en una entrevista sobre su disco anterior, «Dead Magic», donde explicaba que en sus letras había volcado sentimientos concretos de un período de su vida, pero que incluso esas emociones tienen ahora para ella nuevos significados que no había reconocido entonces.

No estoy de acuerdo cuando dices que no os preocupáis por la imagen. No me refiero a vuestra imagen particular sino a la imagen del grupo, y la imagen también es un mensaje. Veo vuestras portadas de discos, vuestras redes sociales y vídeos, incluso los vídeos de algún fan como el de "Agosto bajo tierra" en Youtube, alguien que ha tratado de imaginar qué os identifica (según él o ella, claro) Pero no veo un grupo, una propuesta musical ajena a la imagen. Corrígeme si estoy equivocado. Aparte de ello, ¿En qué te inspiras para tus letras? ¿Son letras de Mónica Campos? ¿Son letras de unavena?

En nuestras redes es cierto que vamos enseñando algo del material que nos inspira a la hora de abordar un disco, pero son fragmentos desordenados, de su padre y de su madre. Juntos forman un mosaico que da pistas sobre el concepto del disco y las letras, que podemos decir que son historias de Mónica reinterpretadas poéticamente por unavena.

¿Crees que la inmediatez de los canales digitales son interesantes para la difusión de la música o quizás contribuyen a una cierta sobrecarga de información? ¿Cómo lidias tú con ello?

Se produce y se tiene acceso a mucha música y, a veces, sí que es fácil tener esa sensación de sobrecarga, pero también tendemos a consumir muy rápido, con ansiedad, esperando que algo nos enamore sin más. Creo que a los discos hay que dedicarles tiempo, volver sobre ellos en diferentes momentos y hacer un esfuerzo por conectar con su mensaje y entender su motivación y su propósito.

¿Podrías darnos una relación de discos o artistas a los que has dedicado tiempo o vuelto sobre ellos a lo largo de tu vida y por qué?

Hablaba en general, pero yo siempre vuelvo a los discos que me han marcado, o aquellos con los que siento una conexión especial, «Pale Hands I Loved So Well», de Eyeless in Gaza, «Nuevo Día», de Lole y Manuel, o el «Sun Ship», de Coltrane, siempre están ahí.

¿Es la tecnología digital una buena herramienta para la composición musical, una herramienta que "democratiza" el acceso a la creación o por el contrario contribuye a que exista más mediocridad?

Para empezar, es estupendo que la tecnología digital democratice el acceso a la creación musical y posibilite el trabajo colaborativo. En nuestro caso, gracias a ella podremos sacar adelante el disco nuevo, grabando a distancia entre Vigo y Stuttgart. «Ultratumba» será, sin embargo, un disco muy artesanal, hecho con sintetizadores analógicos, sin programación, secuenciación, ni ayuda de DAW. Es decir, serán sonidos creados desde cero y tocados a mano, al igual que los ritmos. Creo que es mucho más emocionante, más cálido y humano hacerlo así. En lo que se refiere a la mediocridad, como dices, quizás uno de los problemas, por llamarlo de alguna manera, esté en la falta de autocrítica: que tengas estas herramientas a tu alcance no significa que vayas a ser capaz de aportar ahora algo mínimamente personal. En lo que tiene que ver con gustos, cada uno tiene los suyos y ya está. No creo que haga falta reeducar las orejas de nadie. Ese es un proceso de maduración personal, un viaje que hay que hacer solo.

Tengo muchas ganas de escuchar vuestro nuevo disco, de verdad. Vosotros, o tú, con quien estoy conversando ¿Qué nuevo has encontrado en la experiencia de este disco? ¿Qué crees que nos va a aportar a los oyentes de "Ultratumba"?

Nos pondremos a grabar en pocas semanas y creo que será un disco muy especial, con un sonido duro y atmosférico, y unas melodías muy bonitas y tristes. Creo que habré aprendido con él el valor de hacer las cosas con calma y me encantaría que inspirara a quien lo oiga a encontrar su propia voz, aunque sea rara, como la mía.



Muchísimas gracias, Mónica, unavena, por tus amabilísimas palabras y tu pensamiento.

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